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Wednesday, July 13, 2011

Strange Fruit

Nina Simone but also Billie Holiday sing a terrible song, Strange Fruit, as accompaniment to a grown man’s recollection of loquat trees rising up out of a church courtyard, their branches reaching out to him in his state of adolescent mothermourning and masturbation. The discussion is about loquats, and the image in my mind is of the honeysweet fruit I was eating from the potted trees on my terrace, at least one of which had seeded from the mother of all loquat trees, planted by my daughter’s paternal great-grandmother in the gloomy backyard of the newly upscale weekend getaway that her father and I couldn’t afford to keep in the family for her. I now think of that towering tree, with branches thick enough for the kids to climb up, waving its fruit in the spring winds for the birds to find and leave broken and rotting, glistening seeds clinging needlessly to the withering stems. I would drive past to look but could not bear to see them hanging there, untouched by even the neighborhood children, and me unwilling and unable to scale the upscale wall and steal what I used to gather. Or worse, to find a swimming pool where the pine and holm oaks offered a shadowed perch for the hammock I promised my daughter but have yet to deliver in the decidedly down-scale, yet ecologically sound land we now tend on weekends. It also has a loquat tree, and the autumn flowering is honeyscented and full of hope, even though we know that winter’s last frost will kill off all the fruit and leave the clustered buds black and dry at the ends of the branches, like a macabre taunt or accusation.

I think the shape of the various loquat trees I have pruned could well be as familiar to me as the shapes of my own daughters, but do not tell them that, as they will surely take offense, each in her own way.


http://www.youtube.com/watch?v=ktsU01lfzLU
http://www.youtube.com/watch?v=h4ZyuULy9zs


Fruta extraña


Nina Simone pero también Billie Holiday cantan una canción terrible, Strange Fruit, como acompañamiento al recuerdo de un hombre hecho y derecho sobre los nísperos que sobresalían del patio de una iglesia, sus ramas tendidas hacia él en su estado de maternoduelo y masturbación adolescente. La conversación va sobre los nísperos, y la imagen que tengo yo en mente es de la fruta de melosodulzor que comía de los árboles en maceta de mi terraza, al menos uno de los cuales habría brotado de una semilla de la madre de todos los nísperos, plantado por la bisabuela paterna de mi hija en el sombrío jardín trasero de la casita de zona pijatrepa que su padre y yo no pudimos pagar y así mantener en la familia para ella. Pienso ahora en ese árbol gigantesco, en sus gruesas ramas capaces de sostener a los niños trepantes, su fruta bailando en los vientos primaverales, descubriéndose a los pájaros que la dejaban rota y pudriéndose, los huesos brillantes agarrándose innecesariamente a los pendúculos marchitados. Iría con el coche a visitarlo, pero no soportaría ver los nísperos allí colgados, sin que nadie los cogiera -ni los chicos del barrio- y yo sin ganas ni gracia para trepar por el muro pijotrepa y robar lo que antes recogía. O peor aún, encontrar una piscina en el lugar entre pinos y encinas que era perfecto para el hamaca que prometí a mi hija sin habérselo cumplido aún en nuestro terreno decididamente más ecológico que pijotrepa, que atendemos en los fines de semana actuales. También hay un níspero, y el florecer otoñal huele a miel y esperanza, aunque sabemos que la última helada del invierno matará a todos los frutos y dejará los racimos de capullos negros y secos en las puntas de las ramas, cual burla o acusación macabra.

Creo que las formas de los varios árboles de níspero que he podado a lo largo de los años bien podrían resultarme tan familiares como las formas de mis propias hijas, pero no se lo digas a ellas porque sin duda se ofenderían, cada una a su manera.

Monday, July 4, 2011

What the Baby Chose

II premi Picasso en LletrA
http://www.blogmuseupicassobcn.org/2011/06/les-obres-de-picasso-narrades-per/

The inaugural Easter Week visit was at its more lighthearted end still when they made a pilgrimage to the Picasso Museum. Carol took the baby in the lightweight stroller that could more easily be hefted up stairs; she knew the visiting Mother would not approve of strangers grabbing one end of the larger all-terrain pram, would view it as weakness rather than resourcefulness.
The Mother was a painter, an art museum in Europe was a sure bet and Carol was casual but determined about exposing the baby to Art. The artistic gene, like diabetes, must surely skip a generation, Carol believed, and so the baby at that very moment would be absorbing her earliest influences.
Baby, mother and grandmother stood before Los Pichones for a very long time. No one said anything. At the end of the exhibit, Carol’s mother stepped into the gift shop.
Let’s get the baby something, she said.
Carol strolled through the shop, feeling suddenly defiant.
Let’s let the baby choose, she said.


Lo que escogió la niña

La inaugural visita de Semana Santa transcurría por su parte más desenfadada aún cuando fueron de peregrinación al Museu Picasso. Carol llevó al bebé en el cochecito de viaje que costaba menos levantar por las escaleras; sabía que la Madre visitante no aprobaría que unos extraños cogieran el otro extremo del robusto cochecito todoterreno, que lo vería como una debilidad y no como un problema resuelto.
La Madre era pintora, un museo de arte en Europa era cosa segura y Carol, de manera despreocupada, estaba empeñada en exponer a la niña al Arte. El gen artístico, como la diabetes, sin duda debía saltar una generación, según Carol, y por lo tanto la niña en ese preciso instante se estaría empapando de sus primeras influencias.
Bebé, madre y abuela permanecieron de pie ante Los Pichones durante mucho tiempo. Nadie dijo nada. Al terminar la exposición, la madre de Carol pasó a la tienda del museo.
Cojamos algo para la niña, dijo.
Carol paseó por la tienda, sintiéndose de pronto desafiante.
Dejemos que la niña escoja, dijo.


(¡Gracias, Museu Picasso!)
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