Island
Had I ever thought of the words island and us, there would have been beaches and streams, lush woods and tiny, hidden coves, a bungalow in a climate that was never harsh. We would have picked fruit from the trees, and prepared roasts over a fire in the sand. We would have worn light clothing that parted with a breath of air, and we would have gone barefoot, always. Caresses would have been gently plentiful, words would have been softly spoken and decisions would never have been agonized over on this island of ours.
As it is for all lovers, our island existed in that part of our house we called home, in the forever unnecessary words left unsaid, in the proximity in time if not always in space, of your arm, your hand, your cheek.
This island we made, the island of us that you’ve left me on, is a hard place to be. My bare feet have become calloused and bruised, my clothes are drafty. I’ve picked all the low-hanging fruit, and the fire we tended so gleefully has gone out. What was once our closely-guarded intimacy has become my crowded, noisy isolation, and the sprawling conversation that coaxed us through lazy hikes up and down easy, familiar hillsides has ended. That soft word us has become an island, our island, the Island of Us over which I am sole custodian.
Isla
Si alguna vez hubiese pensado en las palabras isla y nosotros, habría habido playas y arroyos, bosques exuberantes y calas recónditas, un bungalow en un clima nunca desapacible. Habríamos cogido la fruta de los árboles, habríamos preparado asados en un fuego hecho en la arena. Habríamos llevado ropa tan ligera que se hubiese separado con un soplo de aire, y habríamos ido descalzos, siempre. Las caricias habrían sido dulcemente copiosas, las palabras suavemente pronunciadas y no se habría tomado jamás con angustia ninguna decisión en esta isla nuestra.
Al igual que para todos los amantes, nuestra isla existía en aquel rincón de nuestra casa que llamábamos hogar, en las eternamente innecesarias palabras no dichas, en la proximidad en el tiempo cuando no en el espacio de tu brazo, tu mano, tu mejilla.
Esta isla que hicimos, la isla de nosotros en que me has dejado, es un lugar inhóspito. Mis pies descalzos se han llenado de callos y de morados; pasan corrientes frías por mi ropa. He recogido toda la fruta de las ramas bajas y el fuego que atendimos tan alegremente se ha apagado. Lo que antes fuera nuestra intimidad celosamente guardada se ha convertido en mi bullicioso aislamiento, y la extendida conversación que nos guiaba con una pereza familiar colina arriba y abajo se ha terminado. Esa suave palabra nosotros se ha convertido en isla, nuestra isla, la Isla de Nosotros de la que soy heredera universal.
Entradas con "Translation" disponen de versión castellana.
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you've made me cry again...
ReplyDeleteHugs,
Cyndi
Sorry, Cyndi, I didn't mean to, but I'm glad you're reading it.
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